Tratamiento del dolor postsquirúrgico con terapia de campos electromagnéticos pulsados (PEMFT)
Introducción
El dolor postquirúrgico, también conocido como dolor postoperatorio, es la molestia o dolor que surge como resultado directo de una intervención quirúrgica. Una revisión de 2023 realizada por investigadores canadienses encontró que el 31 % de los pacientes reportaron dolor moderado a severo el día después del alta, y el 58 % lo experimentó una o dos semanas después (Park et al., 2023). Algunos pacientes también experimentan dolor durante períodos muy prolongados o incluso indefinidamente después de la cirugía, una condición conocida como dolor postoperatorio crónico.
En las últimas décadas, el dolor postquirúrgico se ha manejado típicamente con anestésicos y fármacos. La Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. enumera cinco técnicas y tratamientos para su manejo, con el "tratamiento no farmacológico" apareciendo al final de la lista (Horn et al., 2025). Esta ubicación refleja la típica aversión de la medicina occidental hacia los métodos de tratamiento no invasivos sin medicamentos y la tendencia a priorizar los enfoques basados en fármacos.

En este contexto, "tratamiento farmacológico" a menudo se refiere al uso de opioides. Estas sustancias, utilizadas durante milenios, se popularizaron ampliamente en la práctica médica en los últimos cincuenta años. Inicialmente reservadas para pacientes terminales, su uso se expandió primero a casos de dolor agudo extremo y luego al tratamiento de casi cualquier dolor más allá de una molestia leve. Hoy en día, el potencial adictivo de los opioides se ha hecho evidente, y la actual "crisis de opioides" ha dejado a millones dependientes de ellos. En este contexto, el manejo del dolor postquirúrgico ha sido reconocido como una vía potencial hacia la adicción a los opioides. (Ballantyne & LaForge, 2007).
El manejo del dolor ha existido desde que existen los humanos. Como especie, hemos desarrollado una gran cantidad de formas para lidiar con todo tipo de dolor, con diversos grados de éxito. (Sabatowski et al., 2004). Aunque los medicamentos también han desempeñado un papel en la curación y el alivio del dolor en la medicina ancestral, muchos enfoques tradicionales, refinados durante muchos siglos por diferentes culturas y en su mayoría desplazados en el último por los medicamentos, son completamente no invasivos y sin fármacos, como la terapia de contraste de temperatura y el masaje. La práctica moderna de simplemente enmascaramiento el dolor con medicación no siempre ha sido la norma.
A medida que nuestra relación con el opio, una planta que hemos usado desde antes de que se construyeran las pirámides (Sabatowski et al., 2004) y considerada sagrada en muchas culturas, se ha vuelto problemática, el interés tanto en métodos tradicionales redescubiertos como en tratamientos no invasivos y sin medicamentos recién desarrollados está en auge. Entre estos enfoques emergentes, la Terapia de Campo Electromagnético Pulsado (PEMFT) destaca como una opción prometedora. En este artículo, exploraremos qué es PEMFT, cómo funciona y qué dice la investigación actual al respecto.
¿Qué es la terapia PEMF?
Un campo electromagnético (EMF) es un término científico para la luz. La luz puede describirse como vibraciones en el campo eléctrico, que van acompañadas de vibraciones igualmente fuertes y perpendiculares en el campo magnético; de ahí el término "electro-magnético". La frecuencia de las ondas de luz determina sus características, que pueden variar drásticamente. La luz visible es solo una pequeña porción de todo el espectro electromagnético, como se muestra en la imagen a continuación:
PEMFT utiliza radiación de frecuencia extremadamente baja (ELF), que varía de 5 a 300 Hz o pulsos por segundo (Wade, 2013). Este rango se encuentra en un extremo del espectro electromagnético, con los rayos gamma en el extremo opuesto. Cuando esta energía se emite en ráfagas en lugar de de forma continua, se llama "pulsante". Ahora podemos entender qué es PEMFT: una terapia que aplica ondas de radio en ráfagas cortas sobre un área específica. A medida que el campo eléctrico atraviesa el tejido, genera un campo magnético perpendicular, que luego interactúa con varias moléculas dentro de nuestras células.
Las máquinas PEMFT se dividen en dos categorías principales. En un método, el paciente se acuesta sobre una estera que irradia, mientras que en el otro, el paciente usa un dispositivo que apunta al área específica del cuerpo a tratar. Ambos tipos operan a niveles de micro y militesla (un Tesla es una unidad de densidad de flujo magnético, que mide la intensidad del campo magnético por unidad de área). (Wade, 2013).
Este método de tratamiento ha sido estudiado para condiciones crónicas como artritis reumatoide, fibromialgia, esclerosis múltiple, artritis de rodilla y dolor persistente tras cirugía lumbar, así como para condiciones agudas como dolor postoperatorio tras cesárea, aumento de senos, cirugía ortognática y más. (Pipitone & Scott, 2001; Richards et al., 1997; Shupak et al., 2006, Friscia et al., 2024; Hedén & Pilla, 2008; Khooshideh et al., 2017; Sorrell et al., 2018).
A las frecuencias y potencias especificadas, PEMFT es considerado seguro por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, s.f.).
En la introducción, agrupé PEMFT en la categoría de "desarrollado recientemente". Pero, ¿es realmente así? Resulta que este método de tratamiento se ha utilizado de una forma u otra desde finales del siglo XIX, poco después del descubrimiento de la electricidad (Gordon, 2007). Aunque no califica como conocimiento "ancestral", tampoco es exactamente reciente. En 1910, fue descartado como "ciencia irregular" en EE. UU. y Canadá, pero las escuelas de Europa Central y la Unión Soviética continuaron investigándolo y usándolo (Gordon, 2007). Más recientemente, China ha invertido recursos significativos en su investigación, considerándolo una "prioridad nacional en biofísica" (Guan, 2000). Desde el cambio de milenio, numerosos expertos han presionado para restaurar PEMFT como una opción terapéutica legítima en Occidente (Aarons, 1998; Johnson et al., 2004; Liboff, 2004).
Cómo funciona PEMFT para el alivio del dolor

Una revisión de 2013 encontró que la forma exacta en que funciona PEMFT aún está en debate. El efecto final probablemente sea el resultado de diferentes principios y mecanismos que actúan en paralelo. Uno de ellos es la capacidad de aumentar la mitosis (división celular) en condrocitos, osteoblastos, fibroblastos y células endoteliales (células del cartílago, formación ósea, cicatrización de heridas y revestimiento de vasos sanguíneos, respectivamente). El aumento de la mitosis se traduce en un metabolismo más rápido y, en última instancia, promueve una curación más rápida al reemplazar las células a un ritmo acelerado. (Wade, 2013).
La misma revisión también encontró que otro mecanismo importante del PEMFT es la reducción de la inflamación. Resulta que las células de nuestro cuerpo se comunican no solo a través de hormonas, que son señales químicas que se unen a receptores específicos, sino también mediante citocinas, pequeñas proteínas que ayudan a coordinar la actividad celular. Las citocinas juegan un papel importante en la respuesta inmune, incluyendo la regulación de la inflamación. La investigación sugiere que el PEMFT reduce la inflamación al disminuir el número de citocinas inflamatorias en el cuerpo. (Wade, 2013).
La última —y en mi opinión, la más fascinante— forma en que el PEMFT ayuda a reducir el dolor postquirúrgico es apoyando la homeostasis intracelular. Homeostasis, del griego “homoios” (igual, similar) y “stasis” (de pie, posición), se refiere a la capacidad de los organismos para mantener condiciones internas bastante estables a pesar de los cambios en el ambiente (Davies, 2016). Una revisión bibliográfica publicada en el Journal of Cellular Physiology sugiere que el PEMFT puede ayudar a las células de nuestro cuerpo a mantener un estado equilibrado. Específicamente, se teoriza que el flujo magnético ayuda a reducir el potencial eléctrico dentro de las células al reorganizar y alinear moléculas sensibles a campos magnéticos, despolarizando efectivamente la célula. Este proceso mejora el equilibrio químico entre agentes oxidantes (radicales libres ROS) y antioxidantes al “distribuirlos” más uniformemente y aumentar la probabilidad de que interactúen. (Gordon, 2007).
Estos tres mecanismos—acelerar el metabolismo y la curación, reducir la inflamación y mejorar el equilibrio químico dentro de las células—hacen más que solo aliviar el dolor. Mejoran la capacidad general del cuerpo para sanar. A diferencia de los analgésicos, el PEMFT tiene el potencial de abordar la causa raíz del problema, en lugar de simplemente enmascarar los síntomas. Como Gordon (2007), quien considera la terapia electromagnética pulsada como un componente integral del futuro de la terapia: “No podemos seguir ignorando una fuerza universal, particularmente una que controla todas las reacciones químicas, todos los eventos celulares.”
Lo que dice la investigación
Para evaluar la efectividad del PEMFT, revisaremos cuatro estudios en los que se utilizó para tratar el dolor tras diferentes procedimientos quirúrgicos. Todos estos estudios fueron publicados en revistas científicas y controlados con placebo. La lista completa de referencias en orden alfabético se encuentra al final de la página.
Cesárea
Este estudio analizó el proceso de recuperación durante siete días en 72 mujeres que se sometieron a una cesárea. A la mitad de las participantes se les entregaron dispositivos PEMFT funcionales, mientras que a la otra mitad se les entregaron dispositivos placebo no funcionales. Los resultados mostraron que las mujeres con los dispositivos activos experimentaron la mitad del dolor severo durante las primeras 24 horas después de la cirugía y usaron menos de la mitad de la cantidad de analgésicos. Después de siete días, "las pacientes del grupo PEMFT activo tuvieron mejor cicatrización de la herida sin exudado, eritema ni edema". (Khooshideh et al., 2017).
Aumento de senos
Este estudio dividió a 42 pacientes en tres grupos: un grupo recibió dispositivos activos en ambos senos, otro grupo recibió un dispositivo activo y uno simulado, y el grupo final recibió dos dispositivos simulados. Los pacientes, que no sabían a qué grupo pertenecían, evaluaron el dolor que sentían en cada seno. Los resultados fueron bastante claros: durante siete días, tanto el dolor como el uso de analgésicos disminuyeron tres veces más rápido en los senos con dispositivos activos. (Hedén & Pilla, 2008).
Dolor postoperatorio crónico tras cirugía lumbar
Este estudio examinó los efectos de PEMFT a diferentes frecuencias e incluyó un grupo control con dispositivos simulados. Dado que se centró en pacientes que experimentaban dolor continuo mucho tiempo después de la cirugía, se siguieron los resultados durante 60 días, mucho más que en los otros estudios mencionados aquí. Los hallazgos son prometedores: en comparación con el grupo control (dispositivo simulado), los pacientes del grupo que usó un ancho de pulso de 42μs reportaron un 15% menos de dolor lumbar y un 20% menos de dolor en las piernas. Curiosamente, el grupo con dispositivos que operaban a un ancho de pulso de 38μs experimentó más dolor que el grupo placebo. Basándose en esto, los autores enfatizan la necesidad de más investigaciones para optimizar los ajustes de PEMFT para aplicaciones específicas (Sorrell et al., 2018).
Cirugía ortognática (mandíbula)
Este estudio final de siete días se centró en un procedimiento conocido por su proceso de recuperación particularmente incómodo. Una vez más, se encontró que PEMFT aceleraba significativamente la recuperación. Los pacientes que recibieron PEMFT además del cuidado postoperatorio estándar tuvieron menos hinchazón en comparación con aquellos que solo recibieron el tratamiento estándar. También reportaron menos dolor en los días 2 y 4 después de la cirugía, aunque para el día 7, la diferencia en los niveles de dolor entre los dos grupos ya no fue estadísticamente significativa.
Conclusión: Beneficios de PEMFT para el dolor postsquirúrgico
Para concluir, resumamos los beneficios de PEMFT para el manejo del dolor postsquirúrgico:
- Efectivo para varios procedimientos: las investigaciones muestran que PEMFT no solo reduce el dolor, sino que también acelera la curación y disminuye la inflamación después de diversos procedimientos.
- Sin medicamentos y no invasivo: a diferencia de muchos métodos convencionales para el manejo del dolor, PEMFT no depende de medicamentos ni de procedimientos invasivos.
- Compatible con otros tratamientos: aunque es efectivo por sí solo, PEMFT también puede usarse junto con otras estrategias de manejo del dolor.
- Conveniente y portátil: en la mayoría de los casos, los dispositivos PEMFT son compactos y pueden usarse en casa, haciendo el tratamiento más accesible.
Con todo esto en mente, PEMFT aparece como una alternativa muy prometedora a los métodos de manejo del dolor que la medicina occidental ha estado utilizando en las últimas décadas. Como siempre, consulte a su médico para asegurarse de que PEMFT sea seguro para usted, especialmente si tiene alguna condición que pueda contraindicar su uso.
Frequently Asked Questions
What is PEMF therapy for postsurgical pain, in simple terms?
PEMF therapy (pulsed electromagnetic field therapy) is a drug-free, noninvasive treatment that applies very low-frequency electromagnetic pulses (≈5–300 Hz) at micro- to millitesla intensities to support healing and reduce postoperative pain and inflammation.
How does PEMF therapy work to reduce postoperative pain?
PEMF reduces inflammatory cytokines, supports cellular homeostasis (redox balance and membrane potential), and accelerates cell turnover in tissues involved in healing—mechanisms that together lower postsurgical pain and speed recovery.
Is PEMF therapy effective after a C-section (Cesarean section)?
Yes. In randomized, placebo-controlled research, active PEMF significantly reduced severe pain within 24 hours after Cesarean delivery and cut analgesic use by more than half, with better wound healing at 7 days.
Is PEMF therapy useful for chronic postoperative pain after spine (lumbar) surgery?
Yes—with parameter sensitivity. A double-blind trial reported less back and leg pain with one pulse-width setting (≈42 μs), while a different setting (≈38 μs) underperformed sham. Optimizing PEMF parameters matters.
Is PEMF therapy safe at the frequencies and strengths used for recovery?
Yes. ELF PEMF (≈5–300 Hz) at micro-/millitesla levels is considered safe and FDA-classified for specific device indications. Always follow device labeling and your clinician’s guidance.
How soon after surgery should I start PEMF therapy, and for how long?
Protocols vary by procedure and device, but clinical studies commonly begin in the immediate post-op period and continue daily for ~7 days; chronic cases may use weeks-long courses (e.g., ~60 days). Follow your surgeon’s protocol and device instructions.
What PEMF frequency or pulse settings work best for postoperative pain?
There is no single “best” setting across all surgeries. Evidence shows outcomes depend on parameters (e.g., pulse width), so use the manufacturer’s post-op protocol or a clinician-guided program tailored to your case.
Can I use a portable PEMF device at home after surgery?
Yes. Many portable PEMF devices (full-body mats or localized applicators) are designed for home use, making daily post-op sessions convenient when approved by your clinician.
Is PEMF therapy the same as everyday EMF exposure from Wi-Fi or phones?
No. PEMF uses controlled, therapeutic, low-frequency pulses very different from the high-frequency, continuous emissions of Wi-Fi/phones. Purpose-built PEMF protocols target healing; everyday EMF does not.
Sources
- Ballantyne, J. C., & LaForge, K. S. (2007). Opioid dependence and addiction during opioid treatment of chronic pain. PAIN, 129(3), 235–255.
- Davies, K. J. A. (2016). Adaptive homeostasis. Molecular Aspects of Medicine, 49, 1–7.
- FDA. (n.d.). Product Classification. Retrieved February 18, 2025
- Friscia, M., Abbate, V., De Fazio, G. R., Sani, L., Spinelli, R., Troise, S., Bonavolontà, P., Committeri, U., Califano, L., & Orabona, G. D. (2024)
- Gordon, G. A. (2007). Designed electromagnetic pulsed therapy: Clinical applications. Journal of Cellular Physiology, 212(3), 579–582
- Hedén, P., & Pilla, A. A. (2008). Effects of Pulsed Electromagnetic Fields on Postoperative Pain:
- Horn, R., Hendrix, J. M., & Kramer, J. (2025). Postoperative Pain Control. In StatPearls.
- Khooshideh, M., Latifi Rostami, S. S., Sheikh, M., Ghorbani Yekta, B., & Shahriari, A. (2017). Pulsed Electromagnetic Fields for Postsurgical Pain Management in Women
- Park, R., Mohiuddin, M., Arellano, R., Pogatzki-Zahn, E., Klar, G., & Gilron, I. (2023).
- Pipitone, N., & Scott, D. L. (2001). Magnetic pulse treatment for knee osteoarthritis: A randomised, double-blind, placebo-controlled study. Current Medical Research and Opinion, 17(3), 190–196.
- Richards, T. L., Lappin, M. S., Acosta-Urquidi, J., Kraft, G. H., Heide, A. C., Lawrie, F. W., Merrill, T. E., Melton, G. B., & Cunningham, C. A. (1997). Double-blind study of pulsing magnetic field effects on multiple sclerosis.
- Shupak, N., McKay, J., Nielson, W., Rollman, G., Prato, F., & Thomas, A. (2006). Exposure to a Specific Pulsed Low-Frequency Magnetic Field:
- Sorrell, R. G., Muhlenfeld, J., Moffett, J., Stevens, G., & Kesten, S. (2018). Evaluation of pulsed electromagnetic field therapy for the treatment of chronic postoperative pain following lumbar surgery:
- Wade, B. (2013). A Review of Pulsed Electromagnetic Field (PEMF) Mechanisms at a Cellular Level: A Rationale for Clinical Use. American Journal of Health Research, 1(3), 51.
These peer-reviewed studies provide scientific evidence for the benefits described in this article. For the most current research, we recommend visiting the National Center for Biotechnology Information (NCBI) website and searching for "earthing" or "grounding."